
A más de tres meses del trágico episodio que terminó con la vida de Alexander Pirgo, un mecánico de 38 años, su familia sigue luchando para que el caso no quede en el olvido. La noche del 14 de enero, en el kilómetro 5 de la ruta provincial 88, Pirgo fue embestido por un automóvil mientras intentaba cruzar la calzada. Hoy, en medio del dolor y la incertidumbre, sus seres queridos lanzan un desesperado pedido a la comunidad: necesitan testigos que aporten datos clave para avanzar con la investigación judicial.
Alexander, de nacionalidad peruana, trabajaba en la fábrica de Havanna ubicada en el Parque Industrial General Savio, y esa noche se dirigía hacia su lugar de trabajo a bordo de su motocicleta Mondial. Eran aproximadamente las 22:30 cuando, por razones que aún no se comprenden del todo, detuvo su vehículo, descendió y comenzó a cruzar la ruta. Fue en ese momento que un Chevrolet Prisma, conducido por otro hombre de 38 años, lo atropelló.
La violencia del impacto fue tal que Alexander murió en el acto. Desde entonces, la causa está caratulada como “homicidio culposo” y es investigada por el fiscal Pablo Cistoldi, titular de la UFI Nº 11. Sin embargo, los avances son escasos y las certezas, mínimas.
El único testimonio oficial hasta ahora es el del propio conductor del Prisma, quien declaró haber visto a dos personas huir del lugar en moto segundos después del accidente. Esta declaración abrió una hipótesis inquietante: ¿fue Alexander víctima de un intento de robo por parte de motochorros y por eso intentó escapar cruzando la ruta?
Paola Palacio, esposa de la víctima, no oculta su angustia. En diálogo con medios locales, explicó que el lugar donde ocurrió el siniestro es una zona con escasa iluminación y sin cámaras de seguridad, lo que complica aún más la reconstrucción de los hechos. En ese contexto, recurrieron a la ONG Familiares de Víctimas del Delito y Tránsito de Mar del Plata para visibilizar el caso y convocar a posibles testigos.
“Lo único que se tiene en cuenta hasta ahora es el relato de quienes mataron a mi esposo. Iban a una velocidad tremenda, y eso se nota en la forma en que quedó el cuerpo de Alexander”, denunció Paola con la voz quebrada por el dolor. Y agregó: “Me dijeron que no murió solo, que hubo gente que se acercó a ayudar. Esas personas pueden ser fundamentales para que se haga justicia”.
A pesar de la desesperanza, la familia de Pirgo no baja los brazos. Organizan marchas, difunden el caso en redes sociales y golpean cada puerta que pueda ayudarlos a esclarecer qué pasó esa noche fatal. “Alexander salió a trabajar como todos los días. Era su segundo turno nocturno del año. Nunca más volvió”, relató su esposa.
El abogado de la familia también intervino y solicitó formalmente el acceso a las pericias accidentológicas, ya que al no haber registros fílmicos, cualquier detalle técnico podría aportar claridad sobre la dinámica del hecho. ¿Por qué Alexander dejó su moto? ¿Intentaba escapar? ¿Estaba siendo perseguido?
Desde la familia creen que la hipótesis del intento de robo es plausible, aunque todavía sin pruebas concretas. “Lo de los motochorros es algo que surgió porque lo dijo el conductor. Y porque no hay otra explicación lógica para que él se haya bajado de la moto y corrido a cruzar. Tenía miedo”, aseguró Paola.
El pedido es claro y urgente. Quienes hayan presenciado el accidente o tengan información útil pueden comunicarse directamente con Paola al 2236066696 o acercarse a la UFI Nº 11, ubicada en Gascón 910. “Solo les pido que nos ayuden. Cualquier dato, por pequeño que parezca, puede marcar la diferencia”, imploró.