17/04/2025 - Edición Nº127

Argentina

EXPECTATIVA

Sin cepo cambiario: El dólar arranca libre y esperan una devaluación del 15%

14/04/2025 09:58 |



Este lunes marca el inicio de una nueva etapa en la política cambiaria de la Argentina. Tras años de restricciones, el Gobierno nacional decidió eliminar el cepo al dólar y permitir la libre flotación del tipo de cambio dentro de una banda que irá desde los $1.000 a los $1.400 por unidad. Analistas del mercado anticipan un salto en la cotización del dólar de al menos un 15%, mientras que los operadores ya se preparan para jornadas de alta volatilidad.

El viernes pasado, en un anuncio que sacudió la agenda económica y política del país, el ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó desde Casa Rosada dos decisiones clave: por un lado, la concreción de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que aportará u$s20.000 millones al país, y por otro, el final del cepo cambiario vigente. “Esto no es una devaluación, es una flotación”, insistió Caputo ante los periodistas, buscando transmitir tranquilidad frente a lo que se viene.

Durante el fin de semana, el sistema financiero se mantuvo en alerta. Bancos y casas de cambio trabajaron contra reloj para ajustar sus sistemas y adaptarse al nuevo régimen. Este lunes 14 de abril será la primera prueba de fuego, con los ojos puestos en cómo reaccionarán tanto los inversores como los ciudadanos ante un nuevo precio del dólar oficial que, según estimaciones, podría ubicarse cerca de los $1.300.

Qué significa el fin del cepo

Desde el punto de vista técnico, el Banco Central comunicó que “promoverá la flotación libre del tipo de cambio dentro de los límites establecidos para el régimen de bandas”, aunque dejó abierta la posibilidad de intervenir con compras o ventas de divisas en función de la estabilidad macroeconómica y la acumulación de reservas internacionales.

En otras palabras, el tipo de cambio dejará de estar controlado de manera rígida y comenzará a moverse según la oferta y demanda del mercado, aunque con un cierto margen de maniobra para evitar saltos desmedidos. Según los valores del viernes, el dólar mayorista cerró a $1.078, por lo que si se cumple la proyección de los analistas, podría escalar hasta la zona de $1.300/$1.340, acercándose a los tipos de cambio financieros que se venían manejando hasta ahora.

¿Una devaluación encubierta?

Aunque el Gobierno insiste en que no se trata de una devaluación clásica, en los hechos el valor del peso perderá poder adquisitivo. La liberación del tipo de cambio implicará que los precios de productos importados, combustibles y alimentos sensibles podrían subir en las próximas semanas, con impacto directo sobre el índice de inflación. Según el economista Federico Glustein, se espera una fuerte demanda inicial de divisas que rondará entre los u$s1.500 y u$s2.000 millones en operaciones.

“El primer desembolso del FMI cubre una parte, pero luego se estabiliza. En este contexto puede no ser suficiente, sobre todo tras la eliminación del dólar blend y con menor viabilidad para recurrir al mercado paralelo”, explicó. Para Glustein, la inflación de abril podría superar el 5%, dependiendo del valor en que se estabilice el dólar oficial y su impacto en bienes y servicios esenciales.

El economista Martín Kalos también considera que lo más lógico sería que el dólar tienda a ubicarse en torno a los $1.400 en esta primera etapa. Sin embargo, aclara que el éxito del nuevo esquema dependerá de factores externos como la situación económica internacional y la guerra comercial entre potencias, además de la evolución interna de la inflación, que en marzo ya mostró una aceleración preocupante.

Un reacomodamiento con consecuencias

A pesar de los intentos del Gobierno por matizar el impacto del anuncio, el nuevo régimen cambiario representa una transformación profunda que tendrá consecuencias inmediatas. Los precios comenzarán a ajustarse a un dólar más caro, lo que podría empujar aún más la inflación y reducir el poder adquisitivo de los salarios. Para muchas familias, esto significará una pérdida directa en su capacidad de consumo.

El economista Gustavo Ber consideró que los anuncios son “positivos” y podrían trasladarse en una mejora de los mercados financieros si el nuevo sistema logra sostenerse. Según su análisis, la banda de flotación es adecuada y el dólar podría arrancar en la zona de $1.250-$1.300, aunque no descarta que se desinfle si hay una rápida liquidación de exportaciones. De todas maneras, advirtió que los exportadores podrían vender sólo lo justo y necesario debido a los actuales precios internacionales deprimidos, lo cual limitaría el ingreso de divisas en el corto plazo.

Desde otra perspectiva, el economista Martín Redrado fue más cauto y planteó que el éxito de esta nueva etapa dependerá de la confianza que el Gobierno logre transmitir. Para ello será clave que las medidas vengan acompañadas por señales fiscales claras, un control de la emisión monetaria y un compromiso firme con la acumulación de reservas.

¿Qué pasará en los próximos días?

Más allá de las proyecciones del primer día sin cepo, lo que ocurra esta semana marcará el ritmo del nuevo esquema económico. La capacidad del Gobierno para contener la inflación, atraer inversiones y estabilizar las variables macroeconómicas será puesta a prueba desde el primer minuto.

Además, será clave observar cómo reaccionan los mercados internacionales ante el nuevo acuerdo con el FMI. Si bien los u$s20.000 millones anunciados representan un alivio en el corto plazo, los analistas insisten en que el desafío es mucho más profundo y requiere reformas estructurales para garantizar la sostenibilidad del nuevo régimen.

Mientras tanto, los argentinos comienzan otra semana con la incertidumbre de saber cuánto valdrá el dólar, cuánto se encarecerán los productos básicos y cuánto más se verá resentido su poder adquisitivo. En definitiva, una vez más, las decisiones macroeconómicas impactan directamente en la economía cotidiana de millones de personas.

 

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