Lo encontraron tirado en la arena con cuatro disparos y no denuncia quién fue

Un nuevo episodio de violencia sacudió la tranquilidad de la zona costera de Necochea durante el mediodía de este martes, cuando un hombre de 30 años, identificado como Alan González y con antecedentes penales, fue hallado con múltiples heridas de bala en la playa ubicada en las inmediaciones de la avenida 2 y calle 225, a escasos metros del complejo de molinos eólicos.

Según trascendió, González recibió cuatro impactos de arma de fuego: tres de ellos en la zona de las piernas y uno en el glúteo. A pesar de la gravedad del hecho, las primeras evaluaciones médicas indicaron que su vida no corre peligro. El sujeto fue encontrado tendido en la arena por personal de Guardavidas y de Defensa Civil, quienes actuaron con rapidez para asistirlo y dar aviso a las autoridades.

En un principio, González manifestó a los rescatistas que había sido secuestrado, drogado y posteriormente baleado. Sin embargo, su relato se tornó confuso y, al momento de ser entrevistado por los efectivos del Comando de Patrullas, se negó a ampliar la denuncia o aportar datos sobre su agresor, manteniéndose en un hermetismo total que complica el avance de la investigación.

El hombre fue trasladado en primera instancia en la caja de una camioneta hasta un punto seguro donde lo aguardaba una ambulancia del SAME, que lo derivó con urgencia al Hospital Municipal Emilio Ferreyra. Allí, fue sometido a curaciones de emergencia y posteriormente a estudios más exhaustivos, incluyendo una tomografía, antes de ser derivado al quirófano para una intervención quirúrgica.

Fuentes médicas indicaron que las lesiones no comprometen órganos vitales, aunque la atención médica se enfocó en evitar complicaciones posteriores que pudieran agravar su estado de salud. González permanece internado bajo observación en el nosocomio local.

La causa, que fue caratulada inicialmente como “averiguación de ilícito”, se encuentra en manos de la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) Nº 20, con la intervención del fiscal subrogante Carlos Larrarte. Ante la falta de información concreta aportada por la víctima, la fiscalía ordenó una serie de actuaciones de oficio para tratar de reconstruir el hecho y dar con el o los responsables del ataque.

Fuentes policiales indicaron que no se descarta ninguna hipótesis, aunque la más firme hasta el momento apunta a un posible “ajuste de cuentas”, vinculado a conflictos personales entre González y sus agresores. Dado el prontuario del herido, se presume que podría tratarse de una represalia en el marco de disputas vinculadas al mundo delictivo.

Vecinos de la zona, aunque sorprendidos por la presencia policial, señalaron que no escucharon detonaciones ni observaron movimientos extraños previos al hallazgo. La ubicación del hecho, una zona costera de escaso tránsito a esa hora del día, también dificulta la obtención de testigos presenciales que puedan aportar datos de relevancia.

El violento episodio vuelve a poner el foco en la creciente inseguridad y los hechos de violencia extrema que se repiten en puntos alejados del centro urbano, donde la presencia policial es escasa y los enfrentamientos entre bandas o individuos con cuentas pendientes encuentran terreno fértil para dirimir conflictos de la peor manera.

Por estas horas, los investigadores analizan cámaras de seguridad de la zona y buscan posibles testigos que hayan visto movimientos sospechosos o vehículos en la cercanía del lugar del hecho. La policía científica también trabajó en el área en busca de rastros, aunque las condiciones del terreno arenoso y la cercanía con el mar complican la tarea.

Mientras tanto, González permanece internado, sin mostrar intención de colaborar con la justicia. Su silencio, en medio de un caso con características propias de una escena mafiosa, alimenta la presunción de que detrás del ataque hay una historia oculta que aún no ha salido a la luz.

El fiscal Larrarte confirmó que se seguirán todas las líneas investigativas y que no se descartan detenciones en las próximas horas si se logra avanzar con alguna pista firme. En paralelo, se aguarda el análisis balístico de los proyectiles extraídos, lo cual podría aportar datos clave sobre el arma utilizada en el ataque.