
Al rompimiento del bloque de Nueva Necochea anunciado ayer por tres concejales se suman nuevos rumores esta mañana que señalan la salida de varios funcionarios del Ejecutivo, sumándose así a la sangría que sufre la gestión del intendente Arturo Rojas en el segundo año de su segundo mandato.
Los rumores que corren adelantan que al menos otros tres funcionarios de alto perfil del Ejecutivo estarían preparando su salida, en lo que parece un cambio de fichas que podría seguir debilitando al intendente en el comienzo del año electoral. Entre los rumores se menciona al secretario de Turismo y Producción Local, Matías Sierra; la ex delegada municipal de Quequén que estaba calentando un asiento invisible en un área desconocida del municipio, Silvia Jensen; y quien fuera directora de Concesiones hasta hace poco, Verónica Dones.
Por lo pronto, aunque no hay confirmaciones, la sangría se ve como una consecuencia directa del apoyo que mostró el intendente al gobernador Axel Kicillof, aunque en el trasfondo, todo está vinculado a la intención de Rojas de cobrar la nueva tasa portuaria, recurso que resolvería de raíz los problemas de financiación crónicos que enfrenta un distrito que tiene a la mitad de los vecinos sin pagar sus tasas.
En su discurso de apertura de sesiones del Honorable Concejo Deliberante al comienzo de la semana, Rojas adelantó que estaba sufriendo algunos embates y que no retrocedería en su intención de querer cobrar la tasa a las agroexportadoras. Como respuesta, tres de sus concejales salieron del bloque de Nueva Necochea ayer y señalaron que el intendente estaba victimizándose.
Con los nuevos cambios forzados por venir, Nueva Necochea ahora enfrenta las consecuencias de la decisión de querer cobrar una tasa por el uso de las calles a los productores agropecuarios, verdadero poder económico de la ciudad y responsable directo del deterioro notable de la infraestructura vial del distrito, sobre todo Quequén.
Por lo pronto es imposible conocere las consecuencias de este enfrentamiento, aunque los antecedentes inmediatos muestran que a ningún intendente que intentó cobrarle tasas a los agroexportadores le ha ido bien: en el pasado reciente, el ex intendente Facundo López peleó en la Justicia el cobro de una tasa similar y terminó saliendo por la puerta chica bajo un impresionante escarnio público.