Desde este viernes, los comercios de todo el país contarán con la posibilidad de cobrar por sus bienes o servicios en dólares estadounidenses si así lo prefieren. Esta medida responde a una nueva disposición del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que busca ampliar las opciones de pago en el mercado de procesamiento de transacciones con tarjeta de débito.
La resolución del BCRA está dirigida a las empresas adquirentes, es decir, aquellas que operan en el mercado de pagos electrónicos mediante tarjetas y terminales de cobro. A partir de ahora, estos procesadores deberán incorporar la opción de cobro en dólares para los comerciantes, aunque su adopción seguirá siendo voluntaria para cada comercio. De esta manera, los vendedores podrán decidir si ofrecen esta modalidad en sus locales y puntos de venta.
Con esta medida, se pretende incrementar la flexibilidad en el comercio, permitiendo que quienes tengan cuentas en dólares puedan utilizarlas directamente sin necesidad de convertir la moneda a pesos ni de afrontar impuestos adicionales que encarezcan la transacción. Esto representa un cambio significativo en la manera en que se llevan a cabo las transacciones cotidianas, brindando una alternativa más a los consumidores y comerciantes.
Por otro lado, desde el sector fintech, que engloba a las tecnologías financieras aplicadas a servicios bancarios y de pago, se está impulsando la creación de cuentas de pago en dólares dentro del sistema local. Esto permitiría a los usuarios integrar de manera más fluida sus operaciones en moneda extranjera sin depender exclusivamente del sistema bancario tradicional.
Además de la posibilidad de pagar en dólares, la medida también habilita nuevas opciones para los consumidores, como el uso de códigos QR interoperables y la posibilidad de realizar pagos en cuotas. Para facilitar estas transacciones a plazos, el BCRA introdujo una nueva variante del DEBIN denominada "Programado". Esta modalidad permite que un comprador y un vendedor acuerden de antemano un pago en cuotas fijas, estableciendo el monto, el plazo y la moneda en la que se realizará la transacción. Una vez pactado el acuerdo, el consumidor debe autorizar el débito por única vez, tras lo cual el importe se descontará automáticamente mes a mes de su caja de ahorro.
No obstante, a diferencia del uso tradicional de la tarjeta de crédito, en este nuevo esquema los bancos no actúan como intermediarios financieros ni asumen el riesgo en caso de que el consumidor no cuente con fondos suficientes en su cuenta al momento del débito. En este sentido, el riesgo de falta de pago recae directamente sobre el comerciante, quien deberá evaluar la viabilidad de ofrecer este sistema a sus clientes.
Si bien la opción de pago en dólares estará disponible de manera inmediata, su implementación en los distintos sectores de la economía será paulatina. Inicialmente, se espera que los rubros donde más se adopte esta modalidad sean el turismo y el mercado inmobiliario, sectores donde las transacciones en moneda extranjera son comunes. En cambio, en otros ámbitos como el comercio minorista, la industria textil o el sector alimenticio, la adopción podría tardar un poco más en consolidarse.
Otro punto clave de esta disposición es la interoperabilidad de los pagos con códigos QR utilizando tarjetas de débito. Hasta el momento, este sistema funcionaba exclusivamente para pagos con tarjeta de crédito, lo que había generado una controversia entre Mercado Pago, la plataforma fintech líder en el país en este tipo de transacciones, y los bancos tradicionales. A partir del 1 de abril, la interoperabilidad se ampliará, permitiendo también el uso de tarjetas de débito, tanto en pesos como en dólares. Esto implica una mayor integración del sistema de pagos digitales y podría facilitar el uso de la tecnología QR en un espectro más amplio de comercios.
Esta nueva normativa representa un paso significativo en la modernización del sistema de pagos en Argentina. Al ofrecer alternativas más flexibles para comerciantes y consumidores, se busca mejorar la eficiencia y reducir los costos asociados a las transacciones financieras. Además, la posibilidad de pagar en dólares podría generar un impacto en la economía informal, ya que muchas operaciones que tradicionalmente se realizaban por fuera del circuito bancario podrían ahora canalizarse a través de medios de pago formales.
Sin embargo, el desafío de la implementación sigue latente. La adopción de estos nuevos esquemas de pago dependerá de varios factores, entre ellos la predisposición de los comerciantes a aceptar dólares, la disponibilidad de infraestructura tecnológica para procesar estos pagos y la reacción de los consumidores frente a esta alternativa.