
Marianne Faithfull falleció este jueves 30 de enero a los 78 años de edad. Su legado fue mucho más que el de una musa del rock. Antes de cumplir 17 años ya era una estrella, a los 25 estaba en la calle y a los 30 resurgió con un disco que desafió los límites del género. Su vida estuvo marcada por el éxito, la decadencia y la reinvención constante, dejando una huella imborrable en la historia del rock.
Su camino al estrellato comenzó en 1964 con As Tears Go By, una de las primeras composiciones de Mick Jagger y Keith Richards. La canción la catapultó a la fama y marcó el inicio de su tormentosa relación con los Rolling Stones. En 1966 comenzó a salir con Jagger y juntos se convirtieron en la pareja más glamorosa del Swinging London. Pero la rebeldía y el desenfreno tenían un precio: en 1967 fue arrestada en una redada antidrogas junto a los Stones, quedando en los tabloides como la "chica desnuda en la fiesta de los Stones", una etiqueta que nunca pudo borrar del todo.
La influencia de Faithfull en la banda
Más allá de ser la pareja de Jagger, Faithfull y su amiga Anita Pallenberg (novia de Richards) jugaron un papel clave en la evolución artística de los Stones. Marianne no solo inspiró canciones como She Smiled Sweetly y Let’s Spend the Night Together, sino que también introdujo a Jagger en la literatura rusa, lo que influyó en la composición de Sympathy for the Devil. Además, escribió parte de Sister Morphine, aunque los créditos tardaron años en reconocérselo. Su oscura visión del mundo quedó reflejada en himnos de la banda como You Can’t Always Get What You Want y Wild Horses.
Tras separarse de Jagger en 1970, la vida de Faithfull se convirtió en una espiral de autodestrucción. Se volvió adicta a la heroína, perdió la custodia de su hijo, vivió en la calle y casi murió por una sobredosis. Sin embargo, en 1979 resurgió con Broken English, un disco crudo y brutal que la convirtió en una leyenda por derecho propio. Con una voz áspera y llena de cicatrices, Faithfull dejó atrás su imagen de niña ingenua para convertirse en una artista con una historia que contar.
Faithfull no solo brilló en la música. Se destacó en el cine, el teatro y la televisión, con apariciones en películas de Jean-Luc Godard, Marie Antoinette de Sofia Coppola y la serie Absolutely Fabulous, donde interpretó nada menos que a Dios.
Su vida amorosa fue igual de intensa. Además de Jagger, tuvo romances con Keith Richards, David Bowie y Gene Pitney, mientras que Bob Dylan, tras ser rechazado por ella, rompió la canción que estaba escribiendo en su honor.
Marianne Faithfull no fue solo una musa, sino una fuerza creativa que desafió los límites de su época. Su historia está marcada por el dolor, pero también por una resistencia inquebrantable. Enfrentó adicciones, enfermedades y la mirada despiadada del mundo, pero nunca dejó de reinventarse. Hoy, su voz sigue resonando como testimonio de una vida vivida al máximo, sin arrepentimientos.