Nuevas pistas en la búsqueda de Gerardo Cáceres: Confirman que las prendas halladas le pertenecen

El misterio en torno a la desaparición de Gerardo Luis Cáceres, un expolicía de 41 años y oriundo de Cañuelas, sigue conmocionando a la comunidad.

Como adelantó Diario Cuatro Vientos, este sábado, los equipos de búsqueda encontraron un traje de baño en el mar, en la zona de Punta Carballido, que fue reconocido por la esposa del desaparecido como una de las prendas que Cáceres llevaba el día de su desaparición, el pasado 10 de enero. 

El hallazgo fue reportado a la Fiscalía que interviene en la causa, caratulada como "averiguación de paradero" y supervisada por la UFI Nº 3 de turno. Este descubrimiento se suma a otras evidencias encontradas días atrás, cuando en el paraje Bahía de los Vientos, ubicado en un sector del acantilado, se hallaron una remera musculosa negra y un par de zapatillas grises marca Adidas, también identificadas como pertenecientes al exmiembro de la Policía Federal. 

Una búsqueda incansable 

Desde la denuncia de su esposa, Romina Granado, la comunidad y las fuerzas de seguridad han desplegado un intenso operativo de búsqueda que incluye rastrillajes terrestres, aéreos y acuáticos. En los operativos participan efectivos policiales, guardavidas, miembros de Defensa Civil y vecinos voluntarios, quienes no han escatimado esfuerzos para localizar a Cáceres, aunque los resultados, hasta el momento, han sido infructuosos. 

Según la denuncia inicial, Gerardo Cáceres fue visto por última vez alrededor de las 9:30 de la mañana del viernes 10 de enero, cuando salió de la vivienda que alquilaba junto a su familia en la calle 506 al 1200, en Quequén. En ese momento, vestía una musculosa negra, zapatillas grises y un short de baño, y portaba una alianza de plata y una cadenita con un dije en forma de cruz. 

La desaparición de Cáceres ha generado aún más inquietud debido a sus antecedentes médicos: padece esquizofrenia, una condición que podría haber influido en su comportamiento al momento de su desaparición. De contextura robusta, mide 1,68 metros, pesa aproximadamente 90 kilogramos, es calvo, de piel trigueña y ojos marrones claros. 

A más de una semana de la desaparición, los esfuerzos continúan, pero el caso sigue envuelto en incertidumbre. La aparición de estas prendas ha renovado las esperanzas de los involucrados en los operativos, aunque también profundiza la angustia de su familia, que aún no tiene respuestas claras sobre su paradero. 

Mientras tanto, la comunidad sigue acompañando a los seres queridos de Cáceres y sumando voluntades para colaborar en la búsqueda de este turista. Las autoridades continúan investigando cada pista con la esperanza de esclarecer este caso que marcó un verano lleno de preguntas sin resolver.