Hace algunos años, las redes sociales parecían el Santo Grial para los medios digitales. Con un solo posteo, los portales de noticias lograban llegar a miles (o incluso millones) de personas de manera fácil, rápida y gratuita. Diariamente los medios menos actualizados se esfuerzan en conseguir likes y compartidas como forma de vidriera que pretende mostrarlos con un alcance que en realidad sólo se queda en la esfera de Facebook, INstagram o Twitter sin consolidar la audiencia informada y generando una burbuja de entretenimiento que le resta casi todo el valor a la influencia que consigue cada medio.
Pero las cosas han cambiado, y mucho. Hoy, Facebook, Instagram y otras plataformas dejaron de ser ese aliado imprescindible, convirtiéndose en un terreno más complicado para los medios. ¿Qué pasó y cómo se están adaptando los portales digitales a esta nueva realidad?
Uno de los principales problemas son las políticas de privacidad y los cambios en los algoritmos de las redes sociales. Antes, el contenido de los medios llegaba de manera orgánica a una gran cantidad de usuarios, pero ahora, si no hay dinero de por medio, el alcance es casi mínimo. Facebook, por ejemplo, prioriza las publicaciones de amigos y familiares, dejando relegados a los contenidos de páginas y portales de noticias.
Según un informe reciente de Hootsuite, el famoso gestor de redes sociales, el alcance orgánico de las publicaciones en Facebook cayó un 50% en los últimos cinco años. "Las redes sociales ya no son un terreno neutral. Ahora son un negocio que prioriza sus propios ingresos por encima del contenido de calidad", explica Mariana Ferreyra, especialista en estrategias digitales.
La privacidad también se convirtió en un tema central. Cambios como los implementados por Apple, que permite a los usuarios decidir si las aplicaciones pueden rastrear sus datos, han afectado directamente a las redes sociales. Esto se traduce en menos datos disponibles para segmentar y llegar a audiencias específicas.
"La publicidad en redes sociales ya no es tan efectiva como antes, porque el nivel de precisión que teníamos para llegar a nuestro público se ha reducido drásticamente", señala Martín Acosta, director de un portal de noticias regional. Esto obliga a los medios a replantear sus estrategias y buscar alternativas para mantenerse relevantes.
Para compensar la pérdida de alcance, muchos portales están apostando por estrategias diferentes:
Email marketing: Aunque suene anticuado, el email marketing está más vivo que nunca. Crear newsletters personalizadas se ha convertido en una herramienta fundamental para conectar directamente con los lectores.
SEO y contenido propio: Los medios están priorizando la creación de contenido original y optimizado para buscadores, garantizando que sus páginas sean fáciles de encontrar en Google y otras plataformas de búsqueda.
Comunidades cerradas: Muchos portales han creado grupos de WhatsApp, Telegram o hasta en Discord para mantener una comunicación directa y constante con sus audiencias.
Suscripciones y membresías: Al depender menos de la publicidad, los medios están explorando modelos de negocio basados en suscriptores fieles que valoren el contenido exclusivo.
Colaboraciones y alianzas: Alianzas con otros portales o marcas permiten que los medios diversifiquen sus ingresos y lleguen a nuevas audiencias.
Las redes sociales dejaron de ser un terreno fácil para los medios digitales, pero esto no significa el fin de la comunicación digital. Como dice Ferreyra: "No podemos depender de plataformas que no controlamos. La clave está en diversificar y construir comunidades propias".
Al final del día, los medios están redescubriendo su capacidad de adaptación y creatividad para superar este desafío. Porque, si algo queda claro, es que el contenido de calidad sigue siendo el rey, incluso en un escenario donde las reglas cambiaron por completo.