28/04/2025 - Edición Nº138

Necochea

Incógnita abierta: ¿Qué clase de concejales estamos votando en Necochea?

13/12/2020 |



El reciente escándalo que generó el "faltazo" de la concejal Norma Alí en lo que era una de las sesiones más importantes del año, nada menos que en la que se definía la Ordenanza Fiscal Impositiva (OFI) para el año entrante, representó una muestra más del bajísimo nivel que viene mostrando el debate en el cuerpo deliberativo no solo en este año, sino desde hace por lo menos una década.

El jueves pasado la concejal del PJ dentro del Frente de Todos, Norma Alí, avisó 15 minutos antes que se iniciara la 13º sesión ordinaria del cuerpo en 2020 que no iba a estar presente (ni ella ni quien debía acompañarla a la Asamblea de Grandes Contribuyentes que debía votar la OFI) alegando que tenía que estar con su hija, que había tenido familia el viernes 4. Su voto era uno de los 10 que necesitaba la oposición para contener el proyecto de aumento de tasas en un 39% que finalmente fue aprobado por mayoría.

Sin dar mayores explicaciones, la concejal hizo como si nada y al día siguiente se presentó en una reunión en comisión, generando aún más molestia entre sus compañeros, que contaban con ella para la importante votación. Aunque el repudio contra la concejal por parte de algunos sectores se hizo oír, cierto es que la intención de no ver mellada la imagen de todo el conjunto opositor hizo que el escarnio tampoco fuera completamente público y apenas un reducido grupo de militantes reaccionó de inmediato pidiendo su renuncia.

Más allá de la traición (que en política abunda mucho más de lo que los propios políticos gustan de reconocer), el episodio fue una muestra más del tipo de concejales que hoy por hoy tiene Necochea. Esta afirmación se sustenta, desde luego, en diferentes hechos que fueron apareciendo a lo largo de este año: desde opiniones abiertamente ignorantes sobre temas que merecen una cierta preparación para ser opinados hasta silencios u omisiones funcionales que permitieron el avance de algunas cuestiones que debieran merecer un debate por lo menos extendido.

Los ejemplos que sostienen la afirmación tendrían que provocar llamar la vergüenza de una población que permanece impasible y apenas si muestra interés en lo que se trata en el concejo, tal como indican esa suerte de medición de rating a cielo abierto que son las redes sociales, con sus números de visualizaciones de videos o de likes y compartidas de posteos exhibidos a cualquiera que desee verlos. A veces ni siquiera los propios trabajadores de los numerosos medios de comunicación locales visualizan las sesiones por Youtube, ni hablar de hacerse presentes en el lugar...

Durante el año una serie de aspectos importantes hicieron irrupción en el Concejo: el tratamiento de la emergencia sanitaria antes, durante y después de desatarse la pandemia sobre el distrito, el proyecto de venta del Complejo Casino tras el incendio que consumió el interior del Teatro Auditorium a mediados de Agosto, la OFI 2021 y hasta un proyecto para solicitar al intendente que apoyara la declaración de Paisaje Protegido del Parque Miguel Lillo mostró que algunos concejales no están ni de cerca a la altura  que su banca requiere. 

Por mencionar algunos nombres, fue sorprendente el argumento usado por la concejal María Eugenia Vallota (PRO) para negarse a acompañar un simple proyecto de resolución en el que el Concejo le pedía al intendente que acompañe un pedido de declaración de Paisaje Protegido al Parque Miguel Lillo, comparando emprendimientos privados con el parque local, de caracter público, mostrando abierta ignorancia sobre el tema.

Desde luego, su oposición parecía obedecer más a una intención de polarizar con sectores que, intuiría, son claramente identificables (ambientalistas y defensores de los espacios públicos) para presentarse frente a las cámaras con un perfil de resistencia a esa organización de vecinos muchas veces acusada de ser la "Necochea del No". En fin, macrismo en estado puro, pero de propuestas políticas superadoras, nada. Su postura siempre de sentido común reaccionario hizo que fuera "bautizada" por la siempre picante periodista Verónica Bracone (Nova Necochea) como "Mabelita" Vallota.

Un caso parecido enseñó el concejal Maximiliano Delfino, cuya trayectoria política nula y su actitud "naif" también ha dejado mucho que desear.

Con varios escándalos en su haber a pesar de su corta carrera, Delfino se despachó sin problemas admitiendo que estaba opinando "sobre cuestiones que no entiendo ni un pomo", cuando intervino durante el debate por la venta del Complejo Casino que impulsó el Ejecutivo a mediados de octubre pasado.

Delfino ya había protagonizado un par de idas y vueltas con el Ejecutivo antes de formar su propio bloque unipersonal, escindiéndose del oficialismo. Primero una orden y contra orden (con declaraciones desafortunadas en el medio) para el ingreso de buques en el puerto Quequén (Delfino se desempeñaba como médico de la Unidad Sanitaria de Frontera) en plena pandemia, cuando el temor a que el CoVID19 recalara en la ciudad a través de los tripulantes de buques de carga estaba en auge.

Luego cuando el test de CoVID 19 le dio positivo, aunque luego se desmintió, y luego de nuevo se sostuvo el positivo y después respondió y... el escandalete terminó con la salida de Delfino del bloque oficialista. Una vez más, no se conocen mayores propuestas del concejal más allá de su "opinión" de idoneidad dudosa en la mayoría de los temas que se tratan.

Con respecto a la votación de la venta del Casino, también son lamentablemente recordables los concejales Gastón Negrín y Cristina Biar, ambos arquitectos que hicieron un ruidoso silencio cuando se esperaba aunque sea alguna declaración con respecto a una de las estructuras más importantes de la ciudad: ni Biar ni Negrín hicieron uso de la palabra durante el debate, cuando lo esperable era que por lo menos presentaran alguna opinión sobre el estado de la estructura o la tasación de los terrenos (percibida como baja por la oposición al proyecto de venta).

Su silencio dio un amplio espacio para que el massismo congeniara con el oficialismo y avanzara con apenas algunos retoques al proyecto de venta propuesto por el Ejecutivo. Vale decirlo, para la venta de uno de los patrimonios más importantes de la ciudad, apenas si hubo debate y el tema, como suele decirse, "paso como por un tubo".

Ejemplos de este tipo han abundado y consecuentemente habrían de habilitar la pregunta: ¿qué clase de concejales estamos votando en Necochea, Quequén, Juan N Fernández, La Dulce, Claraz y Ramón Santamarina? ¿Están preparados para ocupar la banca que ocupan o son sólo electos como parte de una lista cuya preparación académica o política de sus integrantes no importa en lo más mínimo? ¿Es el desinterés de los vecinos por los temas que se tratan en el HCD producto del derrumbe de la calidad institucional que tiene el cuerpo?

Si bien hay honorables excepciones, los ejemplos expuestos presentan un panorama en general que debiera merecer la atención de los vecinos, sobre todo teniendo en cuenta que el año entrante es electoral y se renovarán la mitad de las bancas en el cuerpo deliberativo.

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